Es claro que Joe Burrow no ha podido desarrollar plenamente su football
Para nadie es un secreto que los Bengals viven y mueren por lo que pase o deje de pasar con Joe Burrow.
Si bien, es un equipo lleno de talento complementario, con un envidiable cuerpo de receptores y talento defensivo que ha mantenido al equipo competitivo en un arranque algo accidentado, el mariscal egresado de Louisiana State, es el eje que mantiene girando el equipo, y esto ha sido notorio en las primeras tres semanas del torneo.
Es claro que Joe Burrow no ha podido desarrollar plenamente su football. A pesar de que la línea ofensiva no ha sido un dolor de cabeza, promediando sólo dos capturas admitidas por encuentro, el plan de juego ha obligado al mariscal a soltar el balón en menos de tres segundos, con pases cortos que tampoco han permitido que sus receptores logren la profundidad a la que nos tienen acostumbrados, situación que ha sido notoria para los fanáticos, que reclaman más espectacularidad en el juego ofensivo, pero que hasta ahora, las limitantes físicas del número 9 no lo han permitido.
Hasta antes de esta temporada, los problemas que obstaculizaron las pretemporadas del mariscal de estos Bengals, se quedaban atrás después de las primeras semanas, sin embargo, en 2023 la historia parece ser distinta.
El potencial de que la lesión de pantorrilla que apareció en los últimos días de julio sea una molestia permanente hasta que Burrow pueda descansarla plenamente es real, y si bien, puede mejorar paulatinamente, también puede seguir limitando el plan de juego en el que los RPOs y los pases rápidos al slot han sido la constante.
Esta situación ha permitido que las defensivas rivales se enfoquen a detener el juego terrestre, limitando a Joe Mixon, que ha podido tener arranques oportunos que han permitido mantener vivos los drives, pero que el mismo tiempo, también ha sufrido los embates de esquemas que anticipan salidas rápidas y carreras desde la escopeta.
El Head Coach Zac Taylor finalmente encontró la manera de ganar un partido bajo estas limitantes, ayudado en gran parte por una defensiva que no permitió al equipo de su mentor, Sean McVay desarrollar apropiadamente su ofensiva, con un Stafford que ha sabido aprovechar los talentos de Atwell y el novato sensación: Puka Nanua, quienes durante este partido fueron limitados a destellos en momentos del partido, pero que no fueron suficientes para llevarse el partido.
Mucho se habla alrededor de la liga de que este mismo Taylor no debería exponer a Burrow a reagravar su lesión, sin embargo, quienes conocen el temperamento competitivo de Joe, pueden asumir que es el mismo mariscal quien está jugando al límite de las posibilidades, especialmente por lo dicho por el mismo jugador tras la victoria del partido de lunes por la noche, en el que defendió que si bien había la posibilidad de retrasar su rehabilitación, también había alto riesgo de caer a 0-3, situación que lo motivó a tomar el riesgo.
Este jueves saldrá el primer reporte de lesionados para el equipo, en el que se espera que el quarterback permanezca en status de “limitado”, tal como ha aparecido en las últimas semanas, sin embargo, es muy probable que el anticipado descanso que algunos daban por hecho a fin de que el mariscal recuperara la condición de su pantorrilla, una vez más tendrá que esperar.
Bengals irá a Tennessee en el primero de tres partidos consecutivos como visitante, enfrentando a unos Titans que se vieron exhibdos el fin de semana pasada por los Browns de Myles Garrett, quien minimizó la ofensiva de Ryan Tannehill y Derrick Henry a números francamente vergonzosos. Bengals tiene los argumentos defensivos en sus alas defensivas, Trey Hendrickson y Sam Hubbard para presionar al mariscal, mientras que DJ Reader y BJ Hill buscarán cerrar los espacios internos, alternando con los disparos acostumbrados de los esquemas de Lou Anarumo, que el año pasado corrían por parte de Mike Hilton y que en lo que va de la campaña, han sido muy bien ejecutados por el profundo de segundo año, Daxton Hill.
Cincinnati tiene altas posibilidades de emparejar su marca de ganados y perdidos, situación que paradójicamente pondría mejores condiciones para el equipo de lo que presentaba en la semana 4 del torneo anterior, en uno más de los tradicionales inicios lentos del equipo de la “Ciudad Reina”. Aún así, esto apenas lo metería en la pelea en una división en la que el resto de los equipos tiene una marca de 2-1.
Mucho dependerá, de lo que Burrow haga, o deje de hacer…