Buscaba su décimo cuarto título en Roland Garros, pero esto no podrá ser para Rafael Nadal, quien fue eliminado el viernes por Novak Djokovic, quien se recuperó de un pésimo arranque de partido y sacó su mejor tenis para hacer valer su condición de número uno del mundo.
Nadal sufrió su tercera derrota en París en 108 partidos. La primera fue ante el sueco Robin Soderling en los cuartos de final del 2009; y después vinieron dos tropiezos antes Djokovic, en los cuartos de final de 2015 y esta vez tan cerca del partido por la corona.
Nole aguantó, se recuperó y ganó con parciales de 3-6, 6-3, 7-6 (4) y 6-2 en un maratónico juego que se alargó a cuatro horas y 11 minutos.. Un juego tan lleno de emociones y de tenis de máximo nivel, que incluso las autoridades obviaron el toque de queda y permitieron que el público permaneciera en el estadio.
A los 34 años, Djokovic pudo vender nuevamente a Nadal, su gran pesadilla en cancha de polvo de ladrillo y se prepara para jugar la final ante el griego Stefanos Tsitsipas, quien eliminó al alemán Alexander Zverev por 6-3, 6-3, 4-6, 4-6 y 6-3 en tres horas y 37 minutos.
Djokovic llega a esta final con el objetivo de levantar su décimo noveno título de Grand Slam, para acercarse a sólo uno de los poseedores del récord el suizo Roger Federer y el propio Nadal, quien por ahora no podrá desempatar como el máximo triunfador.
La semifinal del viernes parecía algo casi de trámite para Nadal, que salió a demostrar por que ha sido el amo de la cancha de polvo de ladrillo. Sin recibir resistencia de puso 5-0, pero Nole despertó y empezó a jugar puntos más cortos, pese a que terminó este primer set por 6-3.
Pero la historia cambió. Djokovic jugó su tenis más agresivo. aunque más lento, en la noche de París que vio marcharse a su máximo campeón a casa.
