“Es difícil de tragar esta derrota considerando todo lo que estaba en juego” y en esta frase se resumió toda la frustración de Novak Djokovic luego de perder la final del US Open ante el ruso Daniil Medvedev con marcador de6-4, 6-4, 6-4.Una parte de mí está muy triste”,
Este resultado le impidió al Djokovic convertirse en el primer jugador en la historia en llegar a 21 títulos de Grand Slam (habría superado los 20 de Roger Federer y Rafael Nadal), y habría sido el segundo jugador en ganar los cuatro Majors de una misma temporada.
Djokovic lo habría conseguido después de 52 años, cuando lo logró Rod Laver en 1969. Y la derrota duele, porque nunca estuvo en posición de ganar el Grand Slam. Fue la primera vez que llegó al US Open luego de ganar el Australian Open, Roland Garros y Wimbledon. Y no se sabe si algún día podrá repetirlo, pese a ser el número uno del mundo.
Daniil Medvedev hizo historia y dio la sorpresa, ganando su primer título de Grand Slam con una contundente victoria sobre Djokovic.
Medvedev jugó un tenis tranquilo y paciente para convertirse en el tercer ruso en llegar a la gloria en un Slam, uniéndose a Yevgeny Kafelnikov y Marat Safin.
Después de perder dos finales de Major, el ruso de 25 años tuvo revancha en la tercera oportunidad, comenzando a construir su propio legado en el escenario más grande del tenis. Djokovic pareció frustrado y desconcertado por no conseguir la victoria en el partido que había definido, «posiblemente el más importante de mi carrera, tal vez».
Medvedev, por su parte, había llegado a a su primera final de Grand Slam hace dos años en el US Open en el Arthur Ashe Stadium. En esa ocasión, el ruso sufrió una desgarradora derrota en cinco sets ante Nadal. Pero esta vez, Medvedev controló el partido desde el primer juego y obtuvo la mayor victoria de su carrera después de dos horas y 15 minutos.
Con un quiebre en el juego inicial, en su primera chance, mostró que no sería un actor de reparto en el Arthur Ashe. Así, el ruso comenzó siendo quien marcó el pulso de los puntos, con su habitual tenis consistente, variando con disparos por el medio y aperturas.
A partir de allí, Medvedev mostró solidez en cada uno de sus juegos de saque en modo intocable para sellar por 6-4 el primer set tras 36 minutos, ganando los 15 puntos que disputó con el primer saque y cediendo apenas tres con el segundo. El mensaje había sido envíado.
De los 28 partidos en Majors de este año, Djokovic perdió el primer set 11 veces, incluso en cinco partidos consecutivos desde la tercera ronda en Flushing Meadows. Pero esta vez no pudo conjurar un regreso mágico para completar su carrera histórica.
Es que del otro lado estuvo un impecable el reciente campeón de Toronto, que ha ganado ahora 15 de sus últimos 16 partidos, quien impuso respeto en cada uno de sus juegos de saque ante Djokovic, quien es considerado uno de los mejores retornos de la historia. El ruso sumó 38 tiros ganadores y 16 aces en el partido, en el que necesitó sacar dos veces para el campeonato antes de realizar la hazaña.
“En el tenis aprendemos muy rápidamente cómo pasar la página. Muy pronto habrá más desafíos. He aprendido a superar este tipo de duras derrotas en las finales de Grand Slam, las que más duelen”, explicó el serbio. “Intentaré tomar algunas lecciones del pasado para seguir adelante. Todavía amo este deporte y todavía me siento bien en la cancha. Mientras haya motivación y ese estilo, seguiré jugando”.
