A unas horas de empezar las prácticas en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez en la capital mexicana, Antonio Pérez Garibay se muestra orgulloso del desempeño de su hijo Sergio “Checo” Pérez y nos explica que no es sorpresa que sea uno de los mejores pilotos en la Fórmula 1 en el cuidado de la vida de sus neumáticos.
“Sergio se hizo un gran especialista en cuidar sus neumáticos por las carencias”, asegura Antonio, quien explica que desde que él fue campeón en el automovilismo nacional siempre tuvo que buscar recursos para practicar su deporte.
“No teníamos para despensa, pero sí para comprar llantas para los GoKarts. Viajábamos por carretera, no teníamos para pagar el hotel y si teníamos una hamburguesa la compartíamos”, añadió.
Y fue gracias a esta carencia que Checo y su hermano Toño se hicieron expertos en cuidar sus llantas, porque sabían que no había otra llanta en los pits si rompían una.
“Ellos nunca corrieron con llantas nuevas. Yo tenía que comprar llantas usadas de los pilotos que estaban muy bien. Los mecánicos me vendían los gallitos (llantas con media vida) y no las cambiábamos hasta que se reventaban”, agregó.
Y fue ahí donde el hoy piloto de Fórmula 1 aprendió a cuidar su auto y todas sus partes. “En lluvia corrían con slicks y con las cuerdas de fuera”, bromea Toño Garibay.
Y todo eso forma parte de la historia y preparación de Checo Pérez, que este fin de semana regresa a la capital mexicana para buscar el podio en el Gran Premio de México.
“Red Bull debería llevarse también el subcampeonato de pilotos. Hay interés de la escudería de apoyar a Checo a obtenerlo”.
Reconoció que la meta de Red Bull era que Verstappen consiguiera el bicampeonato lo antes posible. “El auto estaba hecho y dirigido para Max y ahora van a apuntar más al estilo de Checo. En lluvia Sergio estaba muy cerca e incluso era mejor, le falta adaptarse en seco”.
Por último, Pérez Garibay reconoció que “sería maravilloso volver a verlo en el podio. La afición lo está esperando y en el podio de primer lugar”