M ientras Kylian Mbappe estaba siendo amordazado por la defensa de Inglaterra, fue la vieja guardia de Francia quien llevó a los campeones defensores a las semifinales de la Copa del Mundo en una angustiosa victoria por 2-1 el sábado.
El portero Hugo Lloris, el mediocampista Antoine Griezmann y el delantero Olivier Giroud fueron determinantes en un emocionante partido, jugando sus roles casi a la perfección para despedir a un equipo de Inglaterra que se quedó pensando que se merecía algo mejor.
Lloris, identificado como el eslabón débil por los medios británicos, realizó soberbias atajadas para negar oportunidades a su compañero de equipo en el Tottenham Hotspur, Harry Kane, y a Jude Bellingham a ambos lados del intervalo.
Lloris, de 35 años, estaba celebrando un récord de 143 partidos internacionales y, al igual que en 2018, demostró que es confiable en los grandes momentos.
Frente a uno de los mejores mediocampistas del torneo, Francia necesitaba que Griezmann encontrara el equilibrio adecuado entre defensa y ataque y el jugador del Atlético de Madrid se destacó.
Su acoso implacable rompió las transiciones rápidas de Inglaterra en la primera mitad y su calma bajo presión le dio a Les Bleus un respiro muy necesario en ocasiones.
Griezmann coronó su actuación con dos asistencias, la primera para el rayo de Aurelien Tchouameni en la primera mitad y la segunda para el gol de Giroud en el minuto 78.
Griezmann ahora ha asistido 28 goles de Francia, más que cualquier otro jugador, en su récord de 72 apariciones consecutivas.
El segundo gol llegó cuando Marc Thuram estaba a punto de reemplazar a Giroud, pero se quedó para saltar a los brazos del entrenador Didier Deschamps para celebrar el cabezazo ganador de su compañero de equipo.
Giroud, que debe su puesto en el once inicial a la baja lesionada de Karim Benzema antes del torneo, aprovechó la oportunidad y marcó cuatro goles en Qatar tras fallar un remate a puerta en Rusia hace cuatro años y quedar relegado al banquillo en el Campeonato de Europa.
Mbappé le había robado el protagonismo en la victoria de Francia por 3-1 sobre Polonia, agregando un espectacular doblete tardío al primer partido de Giroud, pero el sábado, el joven de 23 años felizmente se quedó atrás y se lo vio abofetear a su compañero de equipo con pura emoción tras el gol decisivo.
Fue, posiblemente, la mayor lección de la victoria de Francia. Pueden ganar cuando Mbappe no brilla ni anota, y su reacción al gol de Giroud demostró el punto de Deschamps cuando dijo que no necesitaba manejar el ego del delantero del Paris St Germain.
Francia se enfrentará a continuación a Marruecos, con Mbappe listo para luchar con su compañero de equipo y gran amigo Achraf Hakimi, ya que Les Bleus buscan convertirse en el primer equipo en retener su título de la Copa del Mundo desde Brasil en 1962.