En la NFL no hay enemigo pequeño y esta semana mejor que nunca quedó demostrado y eso lo analiza Raúl Allegre en su Ofensiva en Serie
- Raúl Allegre
Las “victorias morales”, así le dicen en la NFL, y en el mundo del deporte, a las derrotas que sufre uno que cae peleando y con la cara al cielo, no son consuelo para el perdedor. El siguiente paso es la manera de reaccionar. Estas derrotas te pueden liquidar mentalmente, o te pueden ayudar a crecer si hay liderazgo dentro del equipo.
No fui parte de los Gigantes de NY en 1985 cuando fueron dominados por los Osos de Chicago 0-21 en la ronda divisional, pero tan pronto me incorporé al equipo en la cuarta semana, me percaté del enfoque de jugadores y entrenadores que empezó en el viaje de regreso esa misma tarde. Era un equipo determinado a superar sus deficiencias y corregir sus errores. Nada, fuera de un campeonato en 1986, era aceptable para esos Gigantes.
Los Bills de Buffalo sufrieron una derrota similar en el campeonato de conferencia de la AFC. La diferencia de 14 puntos ese día a favor de Kansas City no refleja lo que pasó en el terreno de juego. Un error en equipos especiales temprano en el partido le dio esperanzas a “La Mafia”, el apodo con el que se conoce a los seguidores de los Bills, pero poco a poco las huestes de Patrick Mahomes controlaron el partido.