Ofensiva en Serie / Salud Mental

Raúl Allegre te platica desde la experiencia propia la importancia de tener una buena salud mental para alcanzar un desarrollo adecuado en todas tus actividades

Por Raúl Allegre

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La salud mental. Es un término que se ha debatido durante años, pero que ha sido tema de discusión recientemente con la decisión de Simone Biles de retirarse de algunas justas olímpicas.

Biles, debatiblemente la mejor gimnasta en la historia, decidió no competir en varios eventos individuales y de equipo durante los Juegos Olímpicos que se celebran en Tokio debido a su salud mental. También Aaron Rodgers, en la primera conferencia de prensa que tuvo una vez que se reportó, habló del tema.

En el caso de Biles, llovieron críticas y opiniones muy fuertes acusándola de “quitter” que quiere decir que “se rajó”, o que abandonó a su equipo cuando más la necesitaban. Hubo también muchas muestras de apoyo y admiración por la decisión que tomó.

Nole alentó la polémica

Novak Djokovic hizo un comentario acerca de que “la presión es un privilegio y que si quieres llegar a la cima debes aprender a lidiar con la presión”.

¿Se refería a Simone Biles cuando hizo ese comentario? No lo sé. Poco después de ese comentario perdió el partido por la medalla de bronce en la competición individual de los Juegos Olímpicos, y después se retiró del partido por la medalla de bronce en dobles mixtos, mencionando una lesión en el hombro.

Durante la derrota contra Pablo Carreño hizo un berrinche arrojando y dañando su raqueta en señal de frustración. No fue el mejor ejemplo de cómo manejar la presión.

Dudo que exista un atleta, amateur o profesional, que no haya tenido que lidiar con estrés, presión, ansiedad e inseguridad. Algunos pueden salir adelante, otros no pueden continuar. La opinión pública, generalmente de personas no calificadas y que no han vivido este tipo de situaciones, es inevitable y puede ser contundente. 

No pretendo conocer a fondo el tema, ni mucho menos dar una opinión que le correspondería a expertos con carreras en psicología, psiquiatría o terapistas calificados. En esta nota voy a compartir los momentos en los que pasé por este tipo de situaciones.

Mi primera observación es que la salud mental se ve afectada por el estrés, la presión, la ansiedad y otros factores, pero que es algo que puede afectar a todo ser humano. Conozco varias personas, aparentemente con vidas “perfectas” que han pasado por depresiones que ni ellos mismos pueden explicar.

La primera distinción que puedo hacer es que no es lo mismo la presión que el estrés. La presión se puede manejar y usar favorablemente de varias maneras a través de entrenamiento físico y técnico, pero sobre todo, mental. Hay ejercicios y rutinas para aprender a lidiar con la presión.

En primera persona

En 1986, después de un par de años mediocres en la NFL, y sabiendo que mi futuro en la liga estaba en peligro, me apunté a unas sesiones con un psicólogo deportivo que trabajaba con atletas olímpicos que practicaban deportes individuales, en particular, gimnastas y patinadores en hielo.

A diferencia, por ejemplo, de tenistas, golfistas, o clavadistas, gimnastas y patinadores no tienen margen de error en sus especialidades. El enfoque mental tiene que ser perfecto. Sabía que como pateador, al entrar a decidir un partido al final del mismo, tampoco tendría margen de error. Los consejos que recibí cambiaron mi carrera por completo.

Las sesiones se enfocaron en aprender a respirar, en visualizar situaciones que se podrían presentar y reforzarlas con pensamientos positivos. Otro consejo invaluable fue tener la misma rutina antes de cada intento, ya fuera un punto extra o un gol de campo para decidir el juego, para que ambas situaciones llegaran a ser indistinguibles. El costo de esas sesiones ha sido la mejor inversión que he hecho en mi vida.

El buen manejo del stress

Mencionaba que la presión y el estrés son diferentes. La presión, bien manejada, es como el caudal de un río que se usa para generar energía. La adrenalina que el cuerpo produce en situaciones difíciles puede ayudarnos a funcionar a un nivel óptimo, imposible de duplicar en situaciones normales. Personalmente, defino el estrés como la ansiedad y angustia se siente cuando perdemos el control de una situación y no hay NADA que podamos hacer al respecto. Sería ese mismo río desbordándose y causando estragos en su camino.

Hace años escuché una conferencia en la que el expositor hablaba de los factores que impactan nuestras vidas:

1) Personal, estar bien física, mental y en mi caso, espiritualmente; 2) Familiar; 3) Actividad cotidiana; y 4) Situación económica.

Decía que ninguno era más importante que el otro, y que cada uno era como un soporte que sostiene a una torre. Recalcaba la importancia de fortalecer cada factor, porque a lo largo de una vida, alguno, tarde o temprano, se debilitaría. Nunca olvidé esa conferencia y ahora la incorporo en algunas pláticas que doy a grupos y empresas. No sabía, en ese momento, lo mucho que me ayudaría en el futuro.

Después de una carrera en la NFL, muchos jugadores pasan por momentos de depresión al tratarse de adaptarse a una vida diferente. Algunos se divorcian, otros no saben qué hacer con sus vidas, y tristemente ha habido casos de suicidios u otros que lo contemplaron. A mí también me afectó.

Poco después de terminar mi carrera en la NFL estaba empezando mi familia, estudiando una maestría y lanzando una empresa. En un período de tres años, fallecieron mis padres. La empresa no tuvo éxito y la tuve que cerrar.

Obtuve mi MBA, y salió la oportunidad de narrar partidos en 1996-97, pero no hubo renovación en 1998. En 1999, lancé otra empresa que estaba teniendo éxito, pero cuando todo marchaba bien, la economía tuvo un colapso después del ataque a las Torres Gemelas. La inversión hecha se perdió. Poco a poco se cerraban oportunidades, y en noviembre de 2001, no se vislumbraban perspectivas de trabajo. Fui rechazado por varias personas y empresas al solicitar trabajo.

Los siguientes 10 meses fueron de una angustia devastadora.  Nunca fui diagnosticado por un profesional, pero podría decir que entré en una depresión hasta llegar a contemplar decisiones drásticas. Sólo el cariño de mi esposa e hijos, y mi FE en Dios me sacaron adelante.

En agosto 2001, estuve en el juego de pretemporada entre Dallas y Raiders con Televisa. Me invitaron una vez más a narrar con ellos la final de la NFC entre Tampa Bay y San Luis. Estoy seguro que estas intervenciones eran parte de un plan Dios tenía para mí, y me abrieron la puerta en ESPN, empresa con la que estaré eternamente agradecido.

También te afecta en la cancha

Como jugador también experimenté “bloqueos mentales”. Sucedió en la pretemporada de 1988, cuando el equipo cambió su sede de entrenamientos a una universidad que no tenía las instalaciones adecuadas. Los campos no tenían porterías, o postes, y era difícil practicar.

Fue una situación frustrante. Mi desempeño en el campamento no estaba siendo bueno y pensaba que Bill Parcells haría un cambio. Pero Bill tuvo fe en mí, y mi inicio de temporada fue excelente, hasta el momento que sufrí una lesión.

La vida puede ser dura y presentar obstáculos y adversidades. No conocemos la vida privada de las personas públicas, que también puede ser complicada. Por esas experiencias que me tocó vivir, tengo una gran admiración por Simone Biles, más por el valor de haber tomado una decisión extremadamente complicada y que daría pie a críticas ignorantes, que por sus inmensos logros deportivos.

Recientemente nos enteramos que su familia había sufrido la muerte repentina de una tía muy querida. La familia es uno de los factores que nos pueden impactar y afectar profundamente. Biles decidió finalmente competir en las finales de la barra de equilibrio y ganó medalla de bronce, superando una tremenda adversidad. Me pareció un logro increíble dadas las circunstancias por las que vive.

En ocasiones es difícil explicar porque vienen los bloqueos mentales, pero son reales. Algunos deportistas, como fue en mi caso, los pueden llegan a superar, pero otros no. Recuerdo grandes golfistas como Ian Baker-Finch y David Duval, que dominaban en la PGA, pero que de pronto dejaron de ganar. Ellos son sólo dos ejemplos. Hay muchos otros más.

La salud mental es algo de extrema importancia que se debe atender. En ocasiones no sabemos por qué ocurre y de qué manera llega. Nadie es inmune. Se puede manifestar de varias maneras. Es fundamental buscar el apoyo de seres queridos, y de ser necesario de profesionales, y dar apoyo a aquellos que la padecen.

La próxima semana volveré a comentar sobre la NFL en este espacio, y esta semana en el show y en el podcast de Punto Extra.

¡¡Hasta entonces!!

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