Con esta declaración no le estoy hallando la cuadratura al círculo. Este es un fenómeno que se ha ido gestando en los últimos años. El último equipo en ganar el Super Bowl con un QB administrador de juego fue Tampa Bay en la temporada 2002, con Brad Johnson al frente de su ofensiva.
En la NFL de hoy se espera que el QB gane los partidos con su nivel de juego.
Quizás el mejor ejemplo lo tuvimos en el partido Dallas – Nueva Inglaterra con Tom Brady al frente de los Patriotas y Tony Romo comandando a los Vaqueros.
A pesar de las críticas que recibe, Romo es un buen QB. Brady es un GRAN QB y esa fue la diferencia del partido. Como suele suceder, las estadísticas no reflejan con precisión la historia del partido.
Ambos QBs completaron el mismo número de pases en el mismo número de intentos, 27 de 41. Tony Romo lanzó para más yardas, 317 contra 289, y sufrió una intercepción menos que Brady.
La diferencia fue que al final del partido, Bill Belichick puso la responsabilidad de la victoria en los hombros de Brady, y Jason Garrett se la quitó a Romo.
Belichick jugó a ganar, y Garrett a no perder, conformándose con un gol de campo por segunda ocasión en el partido después de penetrar la yarda 20. Cuando rivales no capitalizan oportunidades de anotar TDs contra Nueva Inglaterra, Tom Brady normalmente cobra la factura.
¿TONY ROMO EL CULPABLE?
Por las críticas que recibe un pensaría que Tony Romo es culpable de la crisis económica mundial, el calentamiento global y la sequía en el estado de Texas.
Para mí es un excelente QB el cual no ha recibido la dirección adecuada de sus entrenadores en jefe.
Surgió bajo Bill Parcells y Sean Payton y ese año tuvo un buen desempeño. Su error se dio como “holder” en goles de campo en un partido de playoff en donde puso a su equipo en posición de ganar. Es del dominio común que Wade Phillips nunca tuvo los arrestos para ser entrenador en jefe y eso afectó negativamente a Romo.
Tenía grandes esperanzas en que Jason Garrett ayudaría a Tony Romo, las cuales todavía se podrían realizar en un futuro si Romo no pierde totalmente la confianza en sí mismo y se derrumba anímicamente.
El Romo del domingo no fue el QB agresivo que va por todo. Fue un jugador conservador que demostró en su accionar la cautela de su entrenador. Insisto que Dallas es el mejor equipo de su división, pero no van a llegar muy lejos con un Tony Romo sin confianza, y la confianza se recupera haciendo jugadas bajo presión en momentos críticos. Si Romo no puede con el paquete por lo menos sabrán que él no es la respuesta, pero Garrett lo debe poner en situaciones favorables.
Analizando las dos últimas derrotas, fue evidente por las pruebas en cada partido que Garrett cometió la falta más grande que puede cometer un entrenador en jefe con su equipo: tratar de hacerlo ser lo que no es.
¿A qué me refiero? La primera y tercera intercepción de Romo contra Detroit se dieron de una formación con dos corredores y dos alas cerradas. Esa es una formación que indica acarreo. Dallas trató de “engañar” a la defensiva de Detroit con ese personal, pero los Leones no cayeron en la trampa porque ese NO ES el tipo de juego de Dallas. No es su identidad ofensiva.
Dallas no es un equipo que corre con poder. Es un equipo pasador el cual tiene su mejor oportunidad de ganar con tres receptores y un ala cerrada.
¿Qué mandó Garrett al final del partido cuando necesitaban un primero y diez para asegurar la victoria? La misma formación con dos corredores y dos alas cerradas. Aquí trataron de correr y se quedaron cortos. Pretendieron ser algo diferente a lo que son y eso siempre es contraproducente.
El contraste lo dio Nueva Inglaterra. En los dos últimos partidos han tenido una ofensiva balanceada, pero BAJO PRESIÓN Y EN EL MOMENTO CRÍTICO del partido, revirtieron a su esencia, la cual es ser un equipo pasador. POR ESO ganaron.
Esta es una lección que debe de aprender Jason Garrett el cual NUNCA había sido entrenador en jefe.
Hasta el momento el costo de aprendizaje le ha salido barato. Un equipo por el que casi nadie daba un quinto al principio de la temporada tiene marca de 2-3 antes equipos cuyos registros combinados son 21-9, pero es necesario que entienda la personalidad de su equipo y la siga en los momentos de la verdad.
49ERS UNA HISTORIA DIFERENTE
La otra cara de la moneda la tenemos en San Francisco.
Otro equipo con un entrenador en jefe novato y un QB responsable por todo, menos la pobreza en África.
Durante años, Alex Smith fue parte de equipos que no sabían si jugaban con tres receptores, dos alas cerradas, o corrían con poder usando a Frank Gore.
Alex Smith tuvo siete coordinadores ofensivos y perdió no sólo la confianza en sí mismo, sino su capacidad física debido a lesiones en el hombro.
Jim Harbaugh, quien había sido entrenador en jefe en dos ocasiones anteriores, cambió todo eso. Los 49ers son un equipo que corre con poder y que limita la participación de Alex Smith. La diferencia con ellos es que Alex Smith ha podido realizar las jugadas clave cuando su equipo más lo necesita. No hay mejor ejemplo que el domingo en 4a oportunidad para ganar el partido cerca del final.
San Francisco es un ejemplo de equipos que pueden basar su ofensiva en el juego terrestre y todavía esperar que su QB convierta jugadas decisivas.
Raiders es otro con Jason Campbell. Antes de su lesión, no tuvo estadísticas impresionantes comandando una ofensiva predominantemente terrestre, pero cuando lo necesitaron por lo general cumplió. Tuvo un partido irregular contra Nueva Inglaterra, pero cuando dependieron del juego aéreo contra Buffalo y Houston, respondió. Oakland va a extrañar a Jason Campbell más de lo que se imaginan.
Escribí la mayoría de esta nota en el avión durante mi vuelo de regreso. Al subir a mi coche escuché por el radio que Raiders pudieron consumar un traspaso por Carson Palmer que les costará la primera selección del 2012 y una condicional que podría ser la primera del 2013.
Esta maniobra confirma la relevancia del QB en la NFL de hoy.
Dudo que Palmer sea factor por 4 ó 5 semanas. Tiene que primero aprender la ofensiva, y al mismo tiempo tomar condición física de juego y desarrollar armonía con sus receptores. Raiders pagó mucho por un QB que no ha hecho mucho desde su lesión en enero 2006, y que parece empezar el ocaso de su carrera.
EL FINAL DE DONOVAN MCNABB
En Minnesota seguramente vimos el final de la carrera de Donovan McNabb.
McNabb fue bueno en sus tiempos, pero ha tenido dos oportunidades ideales para destacar y no lo ha podido hacer.
En Washington jugó para un entrenador cuyo esquema favorece a un QB con las características de McNabb.
En Minnesota, si Donovan no pudo pasar con efectividad ante defensivas diseñadas a frenar a Adrian Peterson, dudo que lo haga en ningún otro sistema. Es el momento de ser profesional y convertirse en el mentor de Christian Ponder quien demostró habilidad en una situación difícil en la que jugó bien a pesar de constante presión de la defensiva de Chicago.
El último ejemplo a indicar lo tenemos en Cincinnati.
Carson Palmer se hartó de la política de una directiva mediocre, y optó por no querer jugar a pesar de tener un equipo con una gran defensiva, una línea ofensiva sólida y muchas armas a su disposición.
Esto antes de que seleccionaran a AJ Green en el draft de este año. Andy Dalton fue el que se benefició de la decisión de Palmer. A diferencia de Colt McCoy y Sam Bradford que llegaron a equipos sin talento ofensivo y en etapa de reconstrucción, Dalton llegó a la situación ideal.
Sus antecedentes en el futbol colegial son los de un QB de sello ganador. Perdió sólo un partido en dos temporadas. TCU no es el mismo equipo sin él. Poco a poco ha ido entrando en ritmo y empezamos a ver un entendimiento especial con Green.
Los Bengalíes sólo han tenido dos partidos contra equipos con marca ganadora, San Francisco y Buffalo, vendiendo cara la derrota ante los 49’s, y quitándole lo invicto de manera dramática a Buffalo.
La otra derrota fue ante un mediocre Denver, pero sirve para evaluar el progreso de Dalton y del equipo a partir de ese encuentro. Fuera de los rivales fuertes de su división, Baltimore y Pittsburgh, su calendario no parece ser difícil. Es normal anticipar algunas actuaciones inconsistentes de un QB novato, pero estas serán menos y más esporádicas en lo que resta del año.
El QB siempre ha sido el jugador más importante de un equipo. En la actualidad, quien no tenga a un buen jugador en esta posición y le de la confianza para ganar los partidos, no tendrá muchas posibilidades de llegar lejos.
Tan sencillo como eso.
¡¡Hasta la próxima!!
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