Paris St Germain reclamó un undécimo título de la Ligue 1, pero su futuro parece borroso después de otro fracaso en la UEFA Champions League.
Esta temporada, el equipo del PSG se armó en torno a Kylian Mbappé, pero el delantero de Francia aún no ha anunciado si activará la opción de permanecer en el club hasta 2025 o si se irá en 2024.
Mbappé fue una de las pocas satisfacciones ya que el PSG tampoco logró ganar la Copa de Francia, anotando 28 goles, mientras que Lionel Messi decepcionó en gran medida y Neymar se perdió la segunda parte de la temporada por lesión.
Entre los postes, Gianluigi Donnarumma no brindó la misma seguridad que le dio a Italia en su campaña ganadora de la Eurocopa 2020 y el PSG salió de la Liga de Campeones en octavos de final por quinta vez en las últimas siete campañas.
Las actuaciones a veces lamentables del PSG, inesperadas para el club propiedad de Qatar que gastó más de mil millones de euros en transferencias desde 2011, se debieron a algunas malas elecciones de contratación y la falta de espíritu de equipo adecuado.
Si bien en el papel, Mbappe, Messi y Neymar podrían formar el trío de ataque más formidable del planeta, nunca funcionó realmente y apenas contaron con el apoyo de un mediocampo inferior al promedio con Marco Verratti, una gran decepción durante toda la temporada.
Desde que Carlo Ancelotti, posiblemente uno de los entrenadores más experimentados de Europa, fue despedido en 2013, los entrenadores han ido y venido, y todos han fallado en controlar al equipo de manera espectacular.
Laurent Blanc, Unai Emery, Thomas Tuchel y Mauricio Pochettino se han quedado cortos y también Christophe Galtier esta temporada.
Messi fue suspendido por un viaje no autorizado a Arabia Saudita a principios de este mes, pero Galtier dijo que no tuvo nada que ver con la decisión de sancionar al delantero, cuya forma se ha desplomado espectacularmente después de ganar la Copa del Mundo con Argentina.
Messi anotó el primer gol del PSG con un pase de Mbappé el sábado, pero es probable que el jugador de 35 años deje el club al final de la temporada. Hay una creciente especulación de que Neymar también podría irse, dejando a la gerencia con un equipo para construir casi desde cero, una vez más.
La negativa del PSG a admitir errores de gestión ha provocado que sus fanáticos más devotos protesten repetidamente, lo que culminó con que algunos de ellos se reunieran frente a la casa de Neymar gritando para que el brasileño se fuera.
Su deseo puede ser escuchado, pero lo que vendrá después es una incógnita, y 12 años de decisiones a veces erráticas no inspiran confianza.