Cuando Qatar juegue contra Ecuador en el partido inaugural de la Copa del Mundo el 20 de noviembre, se pondrá a prueba un proyecto nacional de 18 años y mil millones de dólares para construir un equipo nacional respetable y posiblemente competitivo.
La victoria en ese partido inaugural, la primera aparición del equipo en el evento más importante del futbol mundial, le daría a Qatar puntos vitales y el impulso necesario para llegar a los octavos de final, dijo el exdelantero de Qatar Mohamed Mubarak al-Mohannadi.
«Estoy buscando ganar el primer juego. Es lo más importante… No les estamos pidiendo (ganar) la Copa del Mundo», agregó.
La mayor parte del equipo de la Copa del Mundo de Qatar, la mayoría de los cuales son nacionales y expatriados nacidos, criados y naturalizados en Qatar, fueron descubiertos cuando eran niños y ascendieron en las filas de la Academia Aspire de $ 1.3 mil millones.
El jeque Jassim Bin Hamad Al-Thani, hermano del emir gobernante de Qatar, estableció Aspire en 2004 para desarrollar jugadores locales, seis años antes de que el equipo nacional de Qatar clasificara automáticamente para la Copa del Mundo de 2022 cuando fue nombrado país anfitrión.
Muchos de los integrantes del equipo, incluido el dúo de estrellas Akram Afif y el máximo goleador Almoez Ali, han estado jugando juntos bajo la dirección del entrenador español Félix Sánchez desde 2014, cuando los llevó como equipo sub-19 de Qatar al título del campeonato juvenil de la AFC.
«Muchos de estos jugadores han estado con (Sánchez) desde que eran niños… es como un padre para estos muchachos», dijo Mohamed El Gharbawy, un periodista de futbol con sede en Qatar.
En Qatar, a Sánchez se le atribuye haber inculcado un estilo claramente español de «un toque, pase pequeño, buen trabajo en equipo, juego basado en la posesión», dijo Ahmed Hashim, editor de Qatar Football Live, un canal de Twitter.
Desde junio, Sánchez ha llevado a los jugadores de Qatar a campos de entrenamiento en España y Austria.
Surgieron para jugar una serie de amistosos en septiembre, perdiendo ante Canadá y la Sub-23 de Croacia y empatando con Chile y, en las últimas semanas, ganando amistosos contra Nicaragua, Guatemala y Honduras.
El desempeño mixto sugiere que el estado del Golfo Pérsico no es un peso pesado: el equipo podría no tener ninguna oportunidad contra sus otros oponentes del Grupo A de la Copa Mundial, Senegal y Holanda.
Pero el equipo de Qatar ha sorprendido en el pasado, más famoso cuando ganó la Copa Asiática en 2019 después de una dramática victoria por 3-1 en la final sobre Japón y una paliza por 4-0 al anfitrión del torneo, Emiratos Árabes Unidos, en las semifinales.
Desde entonces, Sánchez ha realizado pocos cambios en el once inicial de Qatar.
«Algunos podrían decir que la continuidad ayuda. Algunos podrían decir que si tuviéramos lugares abiertos para la competencia, eso aumentaría el rendimiento y los niveles de motivación de los jugadores», dijo Hashim.
«No podremos saber si eso es bueno o malo hasta después de la Copa del Mundo«.
