Nadie como él era tan favorito en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Ningún otro deportista llegó en una forma tan increíble y con un dominio absoluto en su deporte. Pero bastaron tres sets para que Novak Djokovic fuera puesto de nuevo en la tierra, derrotado por el alemán Alexander Zverev, quien acabó con el sueño del Grand Slam Dorado.
Nole llegó a Tokio precedido de su récord de 20 Grand Slams, de sus triunfos en línea en el Abierto de Australia, Roland Garros y Wimbledon y con la mira en lo más alto del podio, para continuar el camino al llamado. Grand Slam Dorado, que consiste en ganar en el mismo año los cuatro Grandes y el Oro olímpico.
Pero Djokovic falló; y si Nole falló la verdad se antoja imposible que podamos ver el día que algún otro tenista pueda siquiera intentarlo, por lo que Steffi Graf se mantendrá por muchos años como la única tenista que fue capaz de lograrlo.
Este viernes en Tokio, el serbio vio esfumarse la medalla de oro para su país, al caer ante el alemán Zverev con parciales de 1-6, 6-3, 6-1 en 2 horas y 3 minutos.
Venía en gran forma y había mostrado un dominio sobre cada uno de los rivales. Demostró que quería ganar, concentrado en su juego, pero nunca perdió el carisma y se tomó cientos de fotos con todos los deportistas que se lo pidieron en la Villa Olímpica.
Pero ese dominio se acabó luego del primer set, que ganó con un abrumador 6-1 y parecía que nada lo detendría.
Pero Zverev no conoce de favoritos, ni tampoco se asusta con el número uno del mundo y con un tenis más poderoso que estético; con concentración inquebrantable fue metiéndose en el partido, dándole la vuelta y al final dominando hasta alcanzar una victoria que en su rostro reflejaba cierto pesar, por haber sido quien evitó que Nole quedara en los libros de la historia.
Para Djokovic el perder en Tokio se sumó a su triste historia olímpica, pues siempre ha resaltado lo que significa representar a Serbia pero el oro se le ha negado. En Beijing 2008 perdió en semifinales ante Rafael Nadal; en Londres 2012 quedó cuarto luego de perder con Juan Martín del Potro; y en Río 2016 se fue en primer ronda al perder otra vez frente a Nadal.
Todavía podrá ir por un bronce ante el español Pablo Carreño, pero aun si logra ganarlo será una medalla de un metal amargo en lo que parecía ser el Año de Nole.